Un día se define como el tiempo que tarda la Tierra en completar una rotación sobre su propio eje.
Actualmente se acepta que un día consta de 24 horas, sin embargo, no siempre tuvo la misma duración. Existen muchos factores que afectan la rotación de nuestro planeta. De hecho, cualquier peso significativo que se desplaza en la Tierra afecta su rotación, esto se debe a un fenómeno conocido como momento de inercia.
Para entender el fenómeno físico, imagina una patinadora sobre hielo. Cuando busca girar rápidamente, coloca los brazos cerca del cuerpo para reducir el momento de inercia. En cambio, cuando quiere ralentizar sus piruetas, extiende sus brazos.
Un efecto similar ocurre en la Tierra. La fuerza gravitacional que ejerce la Luna atrae el agua de los océanos hacia si misma, provocando las mareas. Esta acumulación de agua sirve para desacelerar el momento de inercia del planeta y, por lo tanto, su ritmo de rotación. En otras palabras, es como si la Tierra extendiera sus brazos. De esta manera, con cada ciclo de las mareas, se pierde una fracción de tiempo de la rotación de la Tierra.
Por supuesto, este cambio es paulatino. El ritmo actual de desaceleración es de casi 0.005 segundos al año. Si bien no será particularmente notorio en los años por venir, los cálculos indican que hace 370 millones de años los días duraban únicamente 22 horas.
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