De un grupo de razas de aurochs o uros asiáticos (Bos primigenius), hoy
desaparecidos. Estos bóvidos salvajes dieron lugar a tres subespecies
que fueron domesticadas, y que se convirtieron en lo que hoy conocemos
como vacas y toros.
La última referencia que existe de un auroch se
remonta a mediados del siglo XVII en lo que actualmente es Polonia. Los
había también en Asia Central, India y el norte de África, y su tamaño
era superior al de sus “herederos”: entre 155 y 180 cm de alto, los
machos, y algo menos las hembras.
En Alemania, en la década de 1920, los
hermanos Lutz y Hienz Heck trataron de “resucitar” el uro a base de
cruzar entre sí las vacas y toros que tuvieran rasgos más parecidos al
animal extinto que fueron encontrando. Así surgió una raza llamada
bovino de Heck que tiene solo algunos rasgos comunes con sus
antepasados: gran cornamenta, pelo más largo y tamaño algo superior a la
media de las vacas y toros que se conocen en Europa. Hoy día, el
Programa Thaurus (holandés) trata de lograr una especie de ganado bovino
que sea capaz de sobrevivir en entornos con predadores (como el lobo). Y
han llegado a la conclusión de que el animal perfecto tendría
características muy similares a las del antiguo uro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario