martes, 25 de marzo de 2014

EL SER DE DONDE PROVIENE NUESTRA CARA.

Arriba el cráneo del Romundina y abajo el modelo en oro, naranja y gris los tipos de hueso, en amarillo la cavidad del cerebro y nervios y en azul venas y arterias en rojo.

Investigadores franceses y suecos presentaron una nueva evidencia fósil que señala el origen de una de las partes más importantes y emocionalmente significativas de nuestra anatomía: la cara.

En un artículo publicado en Nature muestran cómo una serie de fósiles de un pez blindado que data de hace 410 millones años de edad, llamado Romundina, documenta paso a paso la formación de la cara durante la transición evolutiva de los vertebrados.

Los vertebrados (animales con columna vertebral) se presentan en dos tipos básicos: sin mandíbula y con mandíbulas. Hoy en día, los únicos vertebrados sin mandíbula son las lampreas y los mixinos, mientras que los vertebrados con mandíbulas son más de 50 mil especies, incluidos nosotros mismos.

Se sabe que los vertebrados con mandíbulas evolucionaron a partir de los sin mandíbula; una transformación anatómica dramática que resultó efectiva.

En los embriones de vertebrados sin mandíbula, los bloques de tejido crecen hacia cualquiera de los lados del cerebro, y se reúnen en una línea media en la parte delantera para crear un labio superior grande que rodea a una "ventana de la nariz" que se encuentra justo en frente de los ojos.

En los vertebrados con mandíbulas, este mismo tejido crece hacia delante en la línea media bajo el cerebro, empujando entre los sacos nasales derecho e izquierdo que se abren por separado hacia el exterior. Es por esto que nuestra cara tiene dos orificios nasales en lugar de un solo agujero grande en el centro. La parte frontal del cerebro también es mucho más larga en los vertebrados con mandíbula, dando como resultado de que la nariz se coloque en la parte delantera de la cara, en lugar de hacia atrás entre los ojos.

Hasta ahora, muy poco se sabe acerca de los pasos intermedios de esta extraña transformación. Aquí es donde el cráneo de Romundina, (pez acorazado con mandíbulas) ha sido investigado y resguardado en las colecciones del Museo Nacional de Historia Natural de París; tiene fosas nasales izquierda y derecha por separado, detrás de un labio superior como el de un vertebrado sin mandíbula.

    Este cráneo es una mezcla de características primitivas y modernas, por lo que es un fósil intermedio entre los vertebrados sin mandíbulas y los vertebrados con mandíbulas", dijo a EurekAlert! Vincent Dupret de la Universidad de Uppsala, uno de los dos autores principales del estudio.

A través de imágenes de la estructura interna del cráneo y utilizando rayos X en la Instalación Europea de Radiación, en Grenoble, Francia, los autores demostraron que el cráneo aloja un cerebro con un frontal corto, muy similar al de un vertebrado sin mandíbula.

    En efecto, Romundina tiene la construcción de un vertebrado de mandíbula , pero las proporciones de un ser sin mandíbula. Esto nos demuestra que la organización de los principales bloques de tejido fue la primera característica en cambiar, y la forma de la cabeza fue después”, dijo Per Ahlberg, también de la Universidad de Uppsala y el otro autor principal del estudio.

Colocando a Romundina en una secuencia de otros peces fósiles, algunos más primitivos y algunos más avanzados, los autores fueron capaces de trazar todas las principales etapas de la transición. La evolución que terminó con el rostro que miras en el espejo cada mañana.

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