martes, 25 de febrero de 2014

ENTRE MÁS TONTO MÁS LISTO SE CREE.


Usted es listo, ¿verdad? Inteligente, bastante gracioso... Igual que yo. Por supuesto, usted y yo somos personas geniales. Pero, ¿no sería terrible si ambos estuviéramos equivocados?

Los psicólogos han demostrado que tenemos tendencia a ser ciegos ante nuestros propios errores y fallas, mucho más de lo que llegamos a darnos cuenta. Esto explicaría por qué algunas personas incompetentes (por ser amable) son tan exasperantes. Y también sirve para inyectar una saludable dosis de humildad a nuestra autoestima. Todos conocemos a alguien asi, que se cree sabelo todo pero a la hora de la hora nunca sabe nada y tiene mil excusas para su error o no lo acepta.

En 1999, los investigadores Justin Kruger y David Dunning, de la Universidad de Cornell, en Nueva York, evaluaron que si, las personas que carecen de ciertas destrezas en un determinado campo son más propensas a no notar esta falta de habilidad que alguien más diestro o hábil para la misma rama de conocimiento o tarea.

Al comienzo de su investigación, citaron el ejemplo de un ladrón de bancos de Pittsburgh, llamado McArthur Wheeler, que fue arrestado en 1995, poco después de cometer dos asaltos en plena luz del día y sin usar máscara o ni ningún tipo de disfraz. Cuando la policía le mostró las imágenes registradas por la cámara de seguridad de una de las entidades bancarias, el hombre protestó:"¡Pero si estaba usando el jugo!"

El desafortunado criminal creyó que, si se restregaba un limón por la cara y quedaba con la mascarilla del jugo, se volvía invisible para las cámaras de seguridad.


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